The Solidarity Center condemns the brutal murder of well-known land and human rights defender Juan Ló Pesca in Honduras, and calls for a transparent investigation into the crime and punishment of those who played any role in his untimely death.
López, a member of the Honduran Network Against Anti-Union Violence (RedContraVA) Aguan sub-network, was shot September 14, 2024, after leaving Mass by several gunmen. Prior to his murder, he had received numerous threats and was under protective measures ordered by the Inter-American Commission on Human Rights. At the time of his death, he was working to prevent destructive mining projects in the Montaña Botaderos National Park. And his assassination came one day after calling for the resignation of the mayor of Tocoa, where López served as a city councilor, to resign.
Honduras is one of the world’s most dangerous countries for rights activists.
“Juan López paid a terrible price for his dedication to standing with unionists and environmental, land rights and other human rights defenders facing threats for their activism. His murder cannot go unpunished,” said Shawna Bader-Blau, Solidarity Center executive director. “As we honor his legacy, we stand in solidarity with RedContraVa , the Committee of Popular Organizations of Aguan and other groups from around the world calling for justice for Juan and an end to threats to land and rights defenders in Honduras.”
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DECLARACIÓN: Los asesinos del activista Hondureño de derechos territoriales y humanos, Juan López, deben ser llevados ante la justicia
El Centro de Solidaridad condena el brutal asesinato del conocido defensor de los derechos ambientales y humanos Juan López en Honduras, y urge una investigación transparente sobre el crimen y la judicializacion de quienes desempeñaron algún papel en su prematura muerte.
López, miembro de la Red Contra la Violencia Antisindical de Honduras (RedContraVA), subred Aguán, fue baleado el 14 de septiembre de 2024, después de salir de la misa, por hombres armados. Antes de su asesinato, había recibido numerosas amenazas y se encontraba bajo medidas de protección ordenadas por la Comisión Interamericana de Derechos Humanos. En el momento de su muerte, luchaba para prevenir megaproyectos mineros destructivos en el Parque Nacional Montaña Botaderos. Juan López era regidor municipal de Tocoa y fue asesinado un día después de haber pedido que el alcalde actual de Tocoa renunciara.
Honduras es uno de los países más peligrosos del mundo para los activistas de derechos humanos.
“Juan López pagó un precio terrible por su dedicación a apoyar a los sindicalistas y defensores del medio ambiente, de los derechos a la tierra y otros derechos humanos que enfrentan amenazas por su activismo. Su asesinato no puede quedar impune”, dijo Shawna Bader-Blau, directora ejecutiva del Centro de Solidaridad. “Al honrar su legado, nos solidarizamos con la RedContraVA, el Comité de Organizaciones Populares del Aguán y movimientos sociales de todo el mundo que piden justicia para Juan y el fin de las amenazas a los defensores de la tierra y los derechos humanos en Honduras”.