Tonantzin Nava: "Como mujeres, debemos levantar nuestras voces y seguir luchando por mejores oportunidades para todas nosotras de."

Tonantzin Nava: “Como mujeres, debemos levantar nuestras voces y seguir luchando por mejores oportunidades para todas nosotras de.”

En una fábrica de piezas de automóviles en Piedras Negras, México, las mujeres salen del trabajo después de la medianoche a tomar los autobuses privados que la empresa paga para transportarlas de regreso a casa. Pero hasta hace poco, los conductores de autobuses se negaban a llevar a las mujeres todo el camino de regreso hasta sus casas, en vez las dejaban lejos de sus residencias obligándolas a caminar solo en una de las zonas más inseguras de México, especialmente para las mujeres.

Todo eso cambió después de que las mujeres se unieron y circularon una petición pidiendo a su empleador que exigiera a los conductores de autobuses llevarlas a sus casas, lo que lo hacen ahora.

“Para mí fue importante no sólo porque ahora podemos decir a nuestros hijos que regresaremos seguras del trabajo por la noche,  sino también porque más mujeres en nuestros barrios considerarán trabajar en las fábricas,” dijo una trabajadora, Tonantzin Nava. “Como mujeres debemos levantar nuestras voces y seguir luchando por mejores oportunidades para todas nosotras de, y también asegurar que nuestros trabajos nos proporcionan seguridad. ”

Las trabajadoras reconocieron que tienen el poder para defender su seguridad después de participar en la formación de Género y Empoderamiento de las Mujeres para la Acción (GEMA), un programa patrocinado por el Centro de Solidaridad y el Comité Fronterizo de Obreras (Comité Fronterizo de Obrer@s, CFO) que permite a las mujeres a encontrar sus voces como defensoras de base de los derechos laborales y humanos.

Lanzado en 2013, GEMA, es un programa único porque las trabajadoras están al centro de dicho programa. Fue diseñado por y para las trabajadoras en las maquilas de la frontera norte de México; las propias trabajadoras guían a las facilitadoras del programa con respecto a cuál es el tipo más adecuado de formación, análisis y planificación que es útil para ellas. Lo que las mujeres GEMA dicen a las facilitadoras es que quieren empleos del sector formal pero con condiciones dignas. Si los trabajos de maquila–donde predominan las mujeres – no son empleos decentes, terminan perpetuando la discriminación y la violencia por motivos de género en lugar de ayudar a las familias y sus comunidades.

Las dificultades económicas contribuyen al potencial diario para el peligro físico, y acentúa los riesgos que particularmente enfrentan las mujeres. El programa GEMA ayuda a las mujeres analizar estos temas y desarrollar planes de acción para hacer frente a ellos.

En ciudades fronterizas como Piedras Negras, las mujeres ganan aproximadamente US $1 por hora por su trabajo en las maquiladoras, y la mayoría enfrentan condiciones inseguras e insalubres  en un ambiente en el cual las leyes laborales típicamente no se suelen cumplir. Las lesiones crónicas como túnel carpiano y problemas de la circulación sanguínea debido a largas horas de trabajo agotador y repetitivo son la norma, sin embargo, el acceso al seguro social.

Piedras Negras, en el estado de Coahuila, al otro lado de Eagle Pass, Texas, se encuentra en el corazón del noreste de México, donde el número de mujeres asesinadas aumentó más de 500 por ciento entre 2001 y 2010. Si bien la causa de estas muertes varia, el deterioro del tejido social, que ha permitido este tipo de violencia a surgir sin obstáculos, se deriva en gran parte por la marginación económica de las mujeres y sus familias.

Unas 4.000 mujeres desaparecieron en México en el período 2011-2012, parte de una pandemia de la violencia contra las mujeres en México; en un momento en el cual 10 millones de trabajadores fueron incapaces de satisfacer las necesidades básicas de sus familias, y el número de mujeres que entraban en empleos precarios creció más rápido que la velocidad a la que estaban entrando en empleos bien remunerados en el sector formal.

Con el fin de alcanzar y empoderar a tantas mujeres que les sea posible, las participantes GEMA comparten sus conocimientos y la formación con otras mujeres, se reúnen con ellas en sus casas en ambientes “seguros” que proporcionan el espacio social para llegar a conocerse unas a otras y desarrollar lazos de solidaridad, entender sus problemas más apremiantes y diseñar cursos de acción para hacer frente a ellos. Las mujeres dicen que GEMA les proporciona herramientas para reconstruir el tejido social de sus comunidades.

“En GEMA hemos desarrollado nuestra confianza en nosotras mismas, así como habilidades y talentos que incluso no sabíamos que teníamos,” dijo Yohanna Esparza. “Ahora estoy facilitando grupos de discusión con otras mujeres y ahora estamos empezando a caminar firmemente juntas, con la frente en alto, en el camino hacia nuestros sueños de un futuro mejor.”

Otras mujeres que han participado en GEMA han pasado a participar en reuniones de mesa redonda semanales organizadas por personal gerencial de una fábrica de autopartes para canalizar inquietudes y desarrollar soluciones.

El programa GEMA está en crecimiento. Desde 2014 el CFO y el Centro de Solidaridad también facilitan en forma conjunta un programa de empoderamiento y liderazgo de las mujeres para las mujeres mineras con el Sindicato Nacional de Trabajadores Mineros, Metalúrgicos, de acero y trabajadores similares de la República Mexicana (SNTMMSRM) y United Steelworkers. La dirigencia sindical es unánime al declarar que cuando las mujeres son fuertes, y hacer que sus voces sean escuchadas, los sindicatos son fuertes y todo el mundo se beneficia de la mejora de las condiciones de trabajo y de vida; los trabajadores, los empleadores y la sociedad en su conjunto.

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